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Niños, móviles y tablets. Recomendaciones

29 marzo 2017

¿Cuándo es el momento adecuado para dejar que nuestros hijos empiecen a utilizar móviles y tablets? ¿Cuánto tiempo al día es recomendable? ¿Los padres deben supervisar todo lo que los niños ven? ¿Dónde están los límites para que el menor haga un buen uso de las nuevas tecnologías? Son muchas las preguntas que se hacen los progenitores sobre un asunto que preocupa y que lleva tiempo suscitando un amplio debate en la sociedad.

Por mucho que queramos evitar el contacto de los pequeños con estas herramientas, hay que ser realista. Los smartphones y las tablets forman parte de la vida diaria y prohibirles que los utilicen es un error. Para eliminar los riesgos que pueden provocar los dispositivos móviles, lo fundamental es que los adultos orienten a los niños en un uso responsable, estando atento a los contenidos a los que acceden y limitando el tiempo de utilización para que no pasen horas enganchados.

No todo son desventajas cuando nos referimos al uso de teléfonos y tablets.  Saber desenvolverse en el entorno digital es clave para el futuro de los niños. El primer contacto que tendrán la mayoría de ellos será a través de estas herramientas, por eso es tan importante enseñarles cómo hacerlo. Internet está lleno de juegos y aplicaciones creados expresamente para niños con los que podrán aprender desarrollar muchas de sus habilidades.  Además, frente a la televisión generalista, donde los padres no pueden seleccionar el contenido, los dispositivos móviles y los canales digitales cuentan con muchas opciones para controlar lo que ven los menores.

En el lado opuesto están los riesgos que puede desencadenar un uso inadecuado de los dispositivos electrónicos.  Dependencia o incluso adicción, aislamiento falta de estímulo creativo son las consecuencias más comunes de un empleo inapropiado. Según algunos estudios, también pueden producir déficit de atención, problemas de sueño, hiperactividad, agresividad, menor rendimiento académico y dificultades en el desarrollo del lenguaje, de ahí la importante labor de los padres para evitar todas estas consecuencias.

Establecer un horario y un tiempo de uso razonable, según la edad y la madurez del niño; revisar los contenidos que utilizan y pasar tiempo con ellos para ayudarles a buscar juegos o aplicaciones que les gusten son algunos consejos que recomiendan los expertos. Es importante explicarles que los dispositivos móviles no son un juguete, sino una herramienta que les permite conectarse con el mundo, pero con el que también pueden ser controlados. Desde un punto de vista más técnico, no está de más aplicar controles parentales en las tiendas de descarga de aplicaciones o utilizar alguna aplicación como AppLock que se encarga de bloquear las apps que hay en nuestro móvil o tablet y que no queremos que usen los niños. Podemos crear listas cerradas de visionado o dejar que accedan solo a una parte de las plataformas digitales con contenido infantil. Recordemos, por último, que los niños se fijan en el comportamiento de los adultos, así que si queremos promover una actitud equilibrada y responsable, debemos actuar en consecuencia.

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