En la sociedad actual, la falta de concentración en niños es muy frecuente. Existen diferentes formas de enfocar el tratamiento para ello, pero en este caso hablaremos de cómo la técnica mindfulness puede ayudar a los niños.
Esta técnica de meditación para niños puede utilizarse a cualquier edad y sus beneficios son muy diferentes. En el caso de los más pequeños, destacamos:
– Disminución del estrés y la ansiedad.
– Mejora de la capacidad de reflexión y del autocontrol.
– Aumento de la capacidad para concentrarse. Esto suele traducirse en mejor rendimiento académico.
– Mejor control de las emociones, lo que induce estados de calma.
A continuación te proponemos unos sencillos ejercicios:
Respiraciones con peluche
Cuando el niño se encuentre tumbado debe colocarse un peluche sobre el abdomen; le pediremos que tome aire lentamente y lo expulse despacio para que pueda ver como sube y baja el peluche. De esta forma, fijándose en su juguete podrá tomar el control de la respiración.
Paseo por un lugar conocido
Te recomendamos pasear con el niño por un lugar que conozca bien para que pueda fijarse en aquellos detalles que nunca haya visto.
Como un safari
En una escapada a la montaña le pides al niño que se concentre en escuchar el máximo de sonidos animales: pájaros, insectos…
Manos magnéticas
Debes colocarte delante del niño mientras respira; tiene que intentar tocar tus manos como si os separase un imán y debe parar antes de llegar a tocarlas. Puedes repetirlo hasta 7 veces.
Por todo esto podemos decirte que el mindfulness es una técnica estupenda para mejorar la falta de concentración en niños.
