Si eres deportista y te gusta la cerveza, estás de enhorabuena. Después de correr o hacer ejercicio, tomarse una es lo mejor que puedes hacer. Obviamente, no se acepta de cualquier tipo. Recuerda que el alcohol y el deporte no son compatibles, por eso, lo más apropiado es una sin alcohol. A continuación te explicamos sus beneficios.

¿Por qué es beneficiosa la cerveza después de correr?

Distintos estudios de ámbito nacional e internacional han demostrado que esta bebida espumosa contiene propiedades beneficiosas para el organismo. Es un poderoso hidratante y antioxidante, óptima después de que tu cuerpo ha transpirado al realizar un deporte, como es correr; parece que es mejor que una bebida isotónica.

Contiene cebada, lúpulo, malta y proteínas, además de vitaminas pertenecientes al complejo B, como el ácido fólico. Es rica también en fósforo y potasio. Pero, obviamente, después de practicar deporte, no se puede admitir nada de alcohol, así que te estamos recomendando una “sin” o 0’0.

En este sentido, estamos ante un líquido sin apenas calorías y que no aporta grasas al organismo. Por sus propiedades antioxidantes y alto contenido en agua, hidrata y evita las molestas agujetas o cualquier tipo de dolor muscular tras el deporte.

Es idónea para elevar la glucosa plasmática, beneficiosa para una liberación adecuada de la glucosa en sangre. Además equilibra el metabolismo hormonal, favoreciendo el sistema inmunológico.

Nunca con alcohol

El alcohol, al ser un diurético, favorece la pérdida de líquidos, lo que podría llevar a deshidratarte después de la práctica deportiva, cuando tu cuerpo ha transpirado y perdido mucho líquido.

Mientras que una cerveza sin alcohol puede favorecer la hidratación y una recuperación física inmediata, además de proteger tus músculos, ante posibles dolores, esta bebida con alcohol implica una oposición clara a la actividad deportiva. Por una vez, los amantes del ejercicio y de este líquido tienen mucho que celebrar.